En Rev, OPCIÓN (LUZ)
2011. N. 27,65, pp. 45-80
Paradigmas Emergentes y Ciencias de la Complejidad
MIGUEL MARTÍNEZ MIGUÉLEZ [1]
Por todas partes se han despertado hoy en
las distintas disciplinas tendencias a poner la investigación sobre nuevos fundamentos.
MARTÍN HEIDEGGER (1974: 19)
La ciencia actual nos ha conducido por
un callejón sin salida y la actitud científica ha de ser reconstruida, la
ciencia ha de rehacerse de nuevo.
ERWIN SCHRÖDINGER (1967: 122)
Los límites de mi lenguaje son los
límites de mi mundo.
LUDWIG WITTGENSTEIN (1973: 5-6)
RESUMEN
El presente artículo trata de
relacionar las principales posiciones actuales sobre las “teorías del ser” con
sus correspondientes “teorías del conocimiento”, es decir, la ontología con la
epistemología; y pone el énfasis en el paradigma sistémico y su complejidad
estructural, por un lado, y en el proceso cognitivo necesario y
transdisciplinario, por el otro. Paralelamente, se analizan algunas teorías de
la “nueva ola”: para la primera parte, la “teoría de las supercuerdas”, y, para
la segunda, con un enfoque onto-epistémico, la “teoría de las estructuras
disipativas de Ilya Prigogine”, la “teoría de los sistemas adaptativos
complejos de Gell-Mann”, la “experiencia de verdad transdisciplinaria de
Gadamer” y la “relación entre lo psíquico y lo físico” según varios Institutos
Modernos.
Conclusiones
1. “Se
está fraguando un nuevo tipo de saberes en los que confluyen lo racional y lo
sensible, lo científico y lo estético, junto con lo ético, en múltiples juegos
de lenguaje, de simetrías y de disimetrías, de azares y determinaciones, que
dan nuevas identidades a los sujetos-objetos” (Vilar: 1997: 239). Por todo
ello, el paradigma sistémico desemboca en la complejidad y ésta exige métodos
transdisciplinarios.
2. Es
necesario subrayar la importancia del “Principio de Complementariedad”, que
Niels Bohr propuso ya desde 1927 para la física y, luego, en 1961, para la
epistemolo-gía (Prigogine 1994: 71). En esencia, este principio subraya la
incapacidad humana de agotar la realidad con una sola perspectiva, punto de
vista, enfoque, óptica o abordaje, es decir, con un solo intento de captarla.
La descripción más rica de cualquier entidad, sea física o humana, se
lograría al integrar en un todo coherente y lógico los aportes de
diferentes personas, filosofías, métodos y disciplinas.
Este
principio nos permite también entender por qué, en la historia de la ciencia,
haya habido tantos calificativos diferentes de “nuestra única razón”, como los
siguientes: Recta Razón (de Aristóteles y Sto Tomás), Razón Calculadora (de Hobbes), Razón Sintética (de Kant), Razón Lógica (de Husserl), Razón
Dialéctica (de Hegel), Razón
Histórica (de Dilthey), Razón Vital (de
Ortega y Gasset), Razón Práctica (de Bergson), Razón Instrumental, Práctica y
Emancipatoria (de la Escuela de Frankfurt)
y muchas otras.
3. El
principio de la complementariedad nos exige, a su vez, un gran esfuerzo
intelectual de nuestra parte: no sólo el de adoptar la perspectiva de nuestros
colegas para enriquecer la nuestra, sino también, y sobre todo, el de captar la
superposición e imbricación de unos sistemas en otros, como, por ejemplo, la
estructura del átomo en la molécula, la de la molécula en la célula, la de ésta
en el órgano, éste en una persona, en la familia, en la sociedad, en la
cultura, etc.
4. La
física actual nos obliga a “ver o imaginar” una gran variedad de “esencias” que
no son materiales, son altamente elusivas, incomprensibles para el sentido
común, frecuentemente imposibles de visualización y localización, es decir,
entidades elusivas como los campos de probabilidad, que son una construcción
lógica puramente matemática que afecta la conducta de entidades atómicas...;
éstas son “figuras” inusuales y abstractas que requieren nuevos métodos de
investigación (Margenau, 1984: 16,39,66,97).
5. La
nota más distintiva y específica que contra distingue al ser humano del animal
es la actividad creadora, que no es algo reservado a personas ricamente dotadas
o excepcionales: todo ser humano normal puede desempeñarse creativamente en
mayor o menor grado. El pensamiento creativo consiste en el proceso de percibir
elementos que no encajan o que faltan, de formular ideas o hipótesis sobre
esto. El Premio Nobel de medicina Szent-Györgyi dice que “el pensamiento
creador consiste en ver lo que todo el mundo ve y pensar lo que nadie piensa”.
Pero la verdadera creatividad no es algo que se logra con un “taller de
creatividad” o una “semana de la creatividad”. La verdadera creatividad es
favorecida y propiciada por un clima permanente de libertad mental, una
atmósfera general, integral y global que estimula, promueve y valora el
pensamiento divergente y autónomo, la discrepancia razonada, la oposición
lógica y la crítica fundada.
VER ARTICULO COMPLETO: http://prof.usb.ve/miguelm/Paradigma%20Emergente%20y%20Cs%20de%20la%20Complejidad.html
[1] El Dr. Miguel
Martínez es profesor (jubilado) de la Universidad Simón Bolívar (Caracas),
dicta cursos ocasionales en el Doctorado en
Desarrollo Sostenible de esta
Universidad y en el Doctorado de Ciencias Sociales de la
Universidad Central de Venezuela. Su línea de investigación es la Epistemología
y la Metodología Cualitativa. Es miembro PPI-Nivel IV.
E-mail: miguelm@usb.ve.
Páginas Web: http://prof.usb.ve/miguelm; http://miguelmartinezm.atspace.com.
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